Alimentos que sanan: cómo la dieta mediterránea puede mejorar la artritis reumatoide

Alimentos que sanan: cómo la dieta mediterránea puede mejorar la artritis reumatoide

Autores

Aldo Francisco Muñoz-Jaimes

Licenciatura en Nutrición, Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Universidad de Guadalajara (UdeG).

José Francisco Muñoz-Valle

Instituto de Investigación en Ciencias Biomédicas, CUCS, UdeG.

Francisco Javier Turrubiates-Hernández

Instituto de Investigación en Ciencias Biomédicas, CUCS, UdeG

Contacto: [email protected]


¿Qué es la artritis reumatoide?

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad causada por una alteración del sistema inmunológico que se caracteriza por provocar inflamación y dolor en las articulaciones que permiten movimiento (diartrodiales). Las articulaciones de manos y pies son las más afectadas; sin embargo, conforme la enfermedad progresa, cualquier articulación diartrodial puede verse comprometida y sufrir desgaste y deformación [1].

Factores de riesgo

Existen dos grupos principales de factores de riesgo que interactúan estrechamente en el desarrollo de la AR. El primer grupo corresponde a los factores genéticos, como el HLA-DR. Este gen, involucrado en la activación del sistema inmunológico, presenta variaciones que incrementan significativamente la susceptibilidad de desarrollar AR. Por otro lado, el segundo grupo está compuesto por factores ambientales, entre los que se encuentran el tabaquismo, la contaminación, la obesidad y una alimentación no saludable, todos asociados con un mayor riesgo de desarrollar AR [1,2].

¿Cómo influye la alimentación en la artritis reumatoide?

Los hábitos alimenticios desempeñan un papel dual en la AR. Por un lado, se ha descrito que la dieta occidental —caracterizada por un consumo excesivo de carnes rojas, grasas saturadas, carbohidratos refinados y sodio— incrementa la inflamación, lo que a su vez aumenta el riesgo de desarrollar AR. En contraste, las propiedades y nutrientes de los alimentos que conforman la dieta mediterránea (verduras, frutas, granos enteros, leguminosas, pescado y aceite de oliva) tienen efectos que pueden disminuir el proceso inflamatorio asociado a esta enfermedad (Figura 1) [2].

Figura 1. Alimentos representativos de la dieta occidental y la dieta mediterránea, y su impacto en las articulaciones.

Dieta mediterránea

El término «dieta mediterránea» se utiliza para describir un patrón alimenticio característico de países como España, Italia y Grecia. Las primeras evidencias científicas sobre los beneficios de este tipo de alimentación se enfocaron en enfermedades cardiovasculares; sin embargo, no fue sino hasta la década de los noventa que se reconoció su impacto positivo en la salud general. Actualmente, se sabe que el consumo abundante de los alimentos que conforman la dieta mediterránea tiene efectos beneficiosos en enfermedades como cardiopatías, diabetes, obesidad, triglicéridos elevados y cáncer [3].

En relación con la AR, un estudio realizado en 2021 comparó los efectos antiinflamatorios de la dieta mediterránea, vegetariana y vegana frente a una dieta habitual (omnívora) en pacientes con la enfermedad. Los resultados mostraron que seguir una dieta antiinflamatoria disminuye la inflamación y el dolor articular, además de mejorar la capacidad para realizar actividades cotidianas. Asimismo, se demostró que la dieta mediterránea tiene un mayor efecto en la reducción de los síntomas de dolor en comparación con las dietas vegetariana y vegana [4].

Decálogo de la dieta mediterránea

  • Incluir como principal fuente de grasa el aceite de oliva
  • Consumir en abundancia frutas, verduras, frijoles, lentejas, nueces y almendras
  • Preferir cereales integrales como pan integral, arroz y pastas integrales
  • Seleccionar alimentos frescos y de temporada, como frutas y verduras
  • Consumir frecuentemente yogur sin azúcar y quesos
  • Moderar el consumo de carnes rojas (res y cerdo), evitar carnes procesadas (salchichas, jamón) y preferir la carne de pollo
  • Comer frecuentemente pescado y moderar el consumo de huevos
  • Incluir la fruta como postre y evitar pasteles y dulces
  • Acompañar las comidas con agua y tomar vino con moderación
  • Realizar actividad física diariamente

Conclusiones

Los diferentes tratamientos para la AR son fundamentales para mejorar los síntomas propios de la enfermedad; no obstante, la adopción de una alimentación saludable ha mostrado tener efectos importantes en el control de la sintomatología. Por lo tanto, a pesar de que ciertos alimentos de la dieta mediterránea pueden ser de difícil acceso para la población mexicana, es recomendable considerar este patrón dietético como una opción para disminuir la probabilidad de padecer enfermedades inflamatorias como la AR.

Referencias

[1] Gravallese EM, Firestein GS. Rheumatoid Arthritis – Common Origins, Divergent Mechanisms. N Engl J Med. 2023;388(6):529-42. doi: 10.1056/NEJMra2103726.

[2] Gioia C, Lucchino B, Tarsitano MG, Iannuccelli C, Di Franco M. Dietary Habits and Nutrition in Rheumatoid Arthritis: Can Diet Influence Disease Development and Clinical Manifestations? Nutrients. 2020;12(5):1456. doi: 10.3390/nu12051456.

[3] Finicelli M, Di Salle A, Galderisi U, Peluso G. The Mediterranean Diet: An Update of the Clinical Trials. Nutrients. 2022;14(14):2956. doi: 10.3390/nu14142956.

[4] Schönenberger KA, Schüpfer AC, Gloy VL, Hasler P, Stanga Z, Kaegi-Braun N, Reber E. Effect of Anti-Inflammatory Diets on Pain in Rheumatoid Arthritis: A Systematic Review and Meta-Analysis. Nutrients. 2021;13(12):4221. doi: 10.3390/nu13124221.

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