Autores
María de la Luz Ayala Madrigal
Instituto de Genética Humana “Dr. Enrique Corona Rivera”, Departamento de Biología Molecular y Genómica, Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Universidad de Guadalajara (UdeG).
Contacto: [email protected]
José Luis Venegas Rodríguez
Doctorado en Genética Humana, Departamento de Biología Molecular y Genómica CUCS, UdeG.
Fernando Daniel García Ayala
Doctorado en Genética Humana, Departamento de Biología Molecular y Genómica CUCS, UdeG.
¿Qué es el cáncer colorrectal?
El crecimiento descontrolado de las células en un tejido puede dar lugar a un tumor, es decir, una masa de células que forma un bulto en un tejido u órgano del cuerpo. Un tumor puede permanecer benigno, pero se convierte en maligno cuando las células adquieren la capacidad de desprenderse e invadir tejidos cercanos a su ubicación original. El avance de un tumor maligno puede incluir la metástasis, que es el proceso mediante el cual las células viajan a través del sistema sanguíneo o linfático hacia otras partes del cuerpo, donde pueden iniciar nuevos tumores. Los tumores malignos son un tipo de cáncer, el cual se clasifica según el lugar donde comienza en el cuerpo.
El cáncer colorrectal (CCR) se desarrolla en el intestino grueso, específicamente en los segmentos denominados colon y recto. El colon, a su vez, está compuesto por diferentes subdivisiones (Figura 1).

Figura 1. Subdivisiones del intestino grueso, sitios donde puede presentarse el cáncer colorrectal.
¿Qué tan frecuente es el cáncer colorrectal y a quién afecta?
El CCR es el tercer tipo de cáncer más frecuente entre los mexicanos, siendo superado únicamente por el cáncer de mama y el cáncer de próstata. Sin embargo, el CCR ocupa el primer lugar en incidencia cuando se trata de hombres y mujeres mayores de 50 años. En términos de mortalidad por cáncer, también se posiciona como el principal causante en México, con un registro de 8,283 muertes en el año 2022 [1].
Un dato especialmente preocupante es que la incidencia del CCR está aumentando entre personas jóvenes, menores de 50 años.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2023, realizada por el INEGI [2], nuestro país cuenta con 129.5 millones de habitantes, de los cuales la mayoría (42.2%) tiene entre 20 y 49 años. Sin embargo, el porcentaje de adultos de 60 años o más aumentó del 12.3% en 2018 al 14.7% en 2023, evidenciando un envejecimiento progresivo de la población. Este grupo de adultos mayores sigue representando un alto riesgo para desarrollar CCR.
¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar el cáncer colorrectal y qué nos ayuda a prevenirlo?
El CCR se desarrolla debido a la combinación de diversos factores. Además de la edad avanzada, la obesidad también contribuye, ya que incrementa el estado de inflamación en el cuerpo. Otros factores principales fueron reportados en 2018 por el Fondo Mundial de Investigación en Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación en Cáncer (WCRF/AICR, por sus siglas en inglés) [3]. Entre los factores predisponentes se encuentran el consumo de carne roja o procesada (ahumada, salada, curada o fermentada), el consumo de alcohol y el tabaquismo.
El mecanismo común de estos factores es la formación y exposición del cuerpo a partículas relacionadas con la generación de tumores, las cuales pueden modificar directa o indirectamente el material genético de las células, provocando que pierdan el control sobre su crecimiento y proliferación. A esto se suma la presencia de cambios o variantes dañinas en el ADN desde el nacimiento, las cuales están asociadas con alteraciones en la reparación de genes, la supresión de tumores o la promoción de la formación tumoral.
Según su forma de transmisión, el CCR puede clasificarse como esporádico (70-80% de los casos), familiar (20-30%) o hereditario (5%). Entre los tipos hereditarios más frecuentes se encuentran el síndrome de Lynch y la poliposis adenomatosa familiar. La diferencia entre los últimos dos radica en el conocimiento del gen responsable del desarrollo del CCR hereditario.
¿Cuánto contribuye cada uno de los factores descritos?
No se conoce con exactitud. Sin embargo, se estima que entre el 30% y el 50% de los casos de CCR podrían haberse evitado mediante cambios en el estilo de vida. Los factores protectores contra el CCR se centran principalmente en la práctica regular de actividad física que implique un gasto energético superior al habitual, como caminar o realizar algún deporte durante al menos 150 minutos a la semana. Estas actividades favorecen el tránsito intestinal, la pérdida de peso corporal y la reducción de la inflamación.
Asimismo, el consumo constante de alimentos saludables, como verduras sin almidón y frutas ricas en fibra y antioxidantes, así como lácteos y vitamina D, está asociado con una disminución en el riesgo de desarrollar CCR.
¿Qué síntomas presenta una persona con cáncer colorrectal y cómo se realiza su diagnóstico y tratamiento?
El CCR puede manifestarse de diversas formas, por lo que es fundamental prestar atención a los cambios en las evacuaciones habituales. Estos pueden incluir alteraciones en el color, como heces negras o con sangre, así como modificaciones en la forma de las evacuaciones, que pueden presentarse como diarrea o estreñimiento. Otros signos de alerta incluyen la aparición de una masa en el abdomen, dolor en esa región o en el ano. Además, síntomas como pérdida rápida de peso sin causa aparente, falta de apetito, palidez y debilidad son motivos de preocupación.
Para el diagnóstico, cualquier persona con sospecha de la enfermedad debe ser evaluada de manera integral, incluyendo un examen físico, análisis de sangre, estudios de imagen y una revisión interna del intestino grueso mediante colonoscopia. En todos los casos, se debe priorizar la realización de una biopsia, que consiste en tomar una pequeña muestra del tejido tumoral para analizar las características de las células. Este procedimiento es definitivo para confirmar el diagnóstico [4].
El tratamiento del CCR depende de diversos factores, siendo uno de los más importantes el estado de avance del cáncer al momento del diagnóstico. Si se detecta en una etapa temprana, se recomienda retirar únicamente el tumor mediante una colonoscopia. Otra opción es extirpar el segmento del intestino donde se localiza el tumor, junto con los tejidos cercanos, para garantizar que no haya invasión.
En casos donde el cáncer se encuentra en una etapa avanzada, generalmente se opta por aplicar quimioterapia o radioterapia. Durante todo el proceso, el análisis de una muestra del tumor permite identificar cambios genéticos o biomarcadores específicos que contribuyan a determinar el diagnóstico y orientar un tratamiento personalizado.
Reflexión sobre el hallazgo del cáncer colorrectal como causa principal de muerte por tumores malignos en México
Uno de los principales desafíos en el manejo del CCR es que sus síntomas suelen manifestarse en etapas avanzadas. Además, estos síntomas pueden ser inespecíficos o confundirse con enfermedades menos graves, lo que retrasa la detección temprana del tumor. En muchos casos, el diagnóstico se realiza cuando el cáncer ya se ha diseminado a otras partes del cuerpo, lo que complica las opciones de tratamiento y disminuye las tasas de supervivencia [5].
Este retraso en la detección también está relacionado con el acceso limitado a servicios de salud preventivos y a pruebas diagnósticas, como la colonoscopia o la prueba de sangre oculta en heces. Esta situación destaca la necesidad de fortalecer las políticas de salud pública para asegurar que dichas pruebas sean accesibles y estén disponibles para una mayor proporción de la población.
El estilo de vida es un factor clave en la aparición del CCR. En México, se ha observado que el aumento de la obesidad, el consumo de una dieta poco saludable, la falta de actividad física y hábitos como el consumo de alcohol y tabaco son factores que contribuyen al desarrollo de diversas enfermedades, siendo el CCR una de las más preocupantes debido a su alta mortalidad, especialmente en poblaciones urbanas. Esto resalta la necesidad de fomentar hábitos alimentarios más saludables y de incrementar la actividad física regular en la población para reducir la incidencia de esta enfermedad.
En este contexto, a nivel mundial, el mes de marzo, y en particular el día 31, está dedicado a la concientización sobre la importancia de la detección temprana del CCR.
Conclusiones
El CCR es prevenible y tratable cuando se detecta a tiempo. Sin embargo, en México, la realidad indica que con frecuencia el diagnóstico se realiza en etapas avanzadas, debido a la falta de conocimiento, conciencia y acceso a servicios preventivos. Esto podría ser una de las razones por las que ocupa el primer lugar en mortalidad por cáncer en nuestra población.
La implementación de campañas de concientización para promover un estilo de vida más saludable, junto con estrategias eficaces de detección temprana, es clave para reducir su mortalidad. Este desafío requiere un esfuerzo conjunto entre las autoridades, los profesionales de la salud y, principalmente, la participación activa de la población para fomentar una cultura de prevención y bienestar.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés.
Referencias
[1] Bray F, Laversanne M, Sung H, Ferlay J, Siegel RL, Soerjomataram I, Jemal A. Global cancer statistics 2022: GLOBOCAN estimates of incidence and mortality worldwide for 36 cancers in 185 countries. CA Cancer J Clin. 2024 74(3):229-263. doi: 10.3322/caac.21834. https://gco.iarc.who.int/media/globocan/factsheets/populations/484-mexico-fact-sheet.pdf
[2] Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. Subsistema de Información Demográfica y Social. Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2023. Última actualización 22 mayo 2024. Revisado: 16 de agosto de 2024. https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2024/ENADID/ENADID2023.pdf
[3] World Cancer Research Fund/American Institute for Cancer Research. Diet, Nutrition, Physical Activity and Cancer: A global perspective. Continues Update Project Expert Report 2018. Revisado 5 septiembre de 2024. Disponible en: dietandcancerreport.org
[4] Vogel JD, Felder SI, Bhama AR, Hawkins AT, Langenfeld SJ, Shaffer VO, et al. The American society of colon and rectal surgeons clinical practice guidelines for the management of colon cancer. Dis Colon Rectum. 2022;65(2):148–77. http://dx.doi.org/10.1097/DCR.0000000000002323
[5] Organización Mundial de la Salud Cáncer colorrectal. Centro de prensa; 2023. Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO. Revisado 29 de septiembre de 2024. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/colorectal-cancer
Deja una respuesta