Autores
Sherlyn Guadalupe Montejano Cortés
Licenciatura en Médico Cirujano y Partero, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara.
Diego Madrigal Ortega
Licenciatura en Médico Cirujano y Partero, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara.
Cecilia Colunga Rodríguez
Departamento de Salud Pública, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara
Contacto: [email protected]
¿Alguna vez te has sentido abrumado por la cantidad de tareas que tienes que realizar? Ahora, imagina tener que tomar decisiones que impactan directamente en la salud de las personas, decisiones que pueden ser cruciales para sus vidas, mientras estudias para exámenes importantes y trabajas largas horas, muchas veces sin un horario fijo. Esta es la realidad que enfrentan diariamente muchos médicos residentes. Estos jóvenes profesionales, que se encuentran en la primera línea de atención médica, lidian con una presión constante que pone a prueba incluso a los más resilientes. El estrés, la fatiga mental y la ansiedad son compañeros frecuentes en su jornada laboral.
En este artículo analizaremos los factores que contribuyen al estrés de los médicos residentes y cómo este afecta su salud, su bienestar y, en última instancia, la calidad de la atención que brindan a sus pacientes.
La residencia médica se asemeja a una maratón interminable: los residentes deben avanzar a toda velocidad, superando obstáculos y tomando decisiones cruciales en el camino.
Contextualizando el problema
El estrés laboral es un problema psicológico, conductual y físico que puede experimentarse a diario debido al aumento excesivo de las demandas en el ámbito laboral [1]. Los médicos, en particular, enfrentan niveles relativamente altos de estrés en comparación con otras profesiones. Aunque la residencia médica es una etapa de transición que prepara a los médicos como futuros especialistas, en la práctica, los médicos residentes son prácticamente considerados trabajadores dentro del sistema de salud debido a las labores que desempeñan.
Esta dualidad de roles genera una serie de situaciones estresantes que deben afrontar: desde la exigencia académica continua hasta las múltiples responsabilidades asociadas con el cuidado de pacientes. Estas incluyen el contacto constante con enfermedades, los posibles conflictos en la relación médico-paciente-familiares, la angustia, y, en muchos casos, el enfrentarse a la muerte. Todo esto ocurre mientras intentan equilibrar su formación académica, sus responsabilidades profesionales y su vida personal [1].
Factores que agobian: un enfoque más directo
A pesar de su vocación y preparación, los médicos residentes se ven obligados a desenvolverse diariamente en condiciones que pueden resultar abrumadoras. La carga de trabajo, a menudo interminable, las guardias nocturnas y la constante presión por alcanzar la excelencia son solo algunos de los desafíos que enfrentan.
En el ámbito académico, los principales factores estresantes provienen de las altas expectativas de profesionalismo, la necesidad de mantenerse constantemente actualizados para responder a las interrogantes de superiores o pacientes, y el esfuerzo por mantener calificaciones adecuadas en las evaluaciones continuas y clases hospitalarias.
En el ámbito laboral, los médicos residentes enfrentan al menos dos veces por semana jornadas de trabajo de 24 a 36 horas continuas, muchas veces sin descanso, en condiciones de infraestructura precarias y con insumos insuficientes para atender la elevada carga de pacientes. Otro factor clave son las condiciones de trato que reciben por parte de sus médicos superiores, caracterizadas por una reducción en la atención, la falta de empatía, sensibilidad y preocupación hacia los residentes. Esto, a su vez, puede derivar en un aumento de la irritabilidad, la brusquedad y una tendencia a cosificar a los pacientes [2].
Las sombras del estrés: un análisis de sus consecuencias
Es importante destacar que las condiciones a las que están expuestos los médicos residentes tienen un impacto profundamente negativo en su desempeño y bienestar. La combinación de estos factores puede generar un estrés crónico que no solo afecta su rendimiento académico y profesional, sino también su salud mental, su bienestar emocional e, incluso, su estado físico.
A largo plazo, el estrés puede incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades mentales, como la ansiedad y la depresión, lo que, a su vez, puede afectar las relaciones interpersonales tanto en el ámbito laboral como en el personal.
Las extenuantes cargas de trabajo pueden llevar al síndrome de burnout, un estado de agotamiento emocional, físico y mental con repercusiones significativas en el desempeño laboral. Los síntomas de este agotamiento están vinculados a una disminución en la calidad de la atención médica, ocasionando retrasos en la toma de decisiones, conductas laborales poco profesionales (como conflictos), una comunicación inadecuada sobre las opciones de tratamiento con los pacientes, y errores clínicos y de medicación. En conjunto, estos factores pueden provocar la insatisfacción de los pacientes, generar consecuencias graves para su salud y, de manera secundaria, dañar la reputación profesional del médico, con posibles repercusiones legales [4].
Hacia una residencia más humana: nuevas prácticas para reducir el estrés
Invertir en el bienestar de los médicos residentes es una inversión en el futuro de la medicina. Un residente bien cuidado y apoyado tiene mayores probabilidades de mantenerse en la profesión, brindar una atención de alta calidad y convertirse en un modelo a seguir para las futuras generaciones de médicos. Los programas de apoyo y bienestar pueden reducir significativamente los niveles de estrés y burnout en los residentes, generando un retorno de inversión mediante una mayor retención de personal y una mejora en la satisfacción laboral.
Reconociendo esta realidad, las instituciones de salud deberían implementar una variedad de iniciativas para promover el bienestar de los residentes y crear un entorno de formación más saludable. En países como Estados Unidos, se han establecido regulaciones que exigen la creación de condiciones que fomenten el apoyo a los residentes, como la restricción de las horas extras de trabajo [3]. Estas medidas han contribuido al cuidado de la salud física y mental de médicos, estudiantes, pasantes y residentes, con el objetivo de reducir errores médicos, decisiones imprevistas por falta de sueño, privaciones y fatiga mental.
De manera similar, a partir de junio de 2022, el Gobierno de México implementó cambios normativos con el propósito de fomentar la colaboración entre la Secretaría de Salud, las instituciones de educación superior y los prestadores de servicios, para mejorar las condiciones en las que se desarrollan las residencias médicas (NOM-EM-001.SSA3-2022) [5].
Conclusiones
La residencia médica, un periodo crucial en la formación de futuros especialistas, se ha convertido en un entorno altamente demandante que pone a prueba los límites físicos y mentales de los residentes. La carga de trabajo excesiva, las guardias prolongadas, la presión académica constante y las expectativas poco realistas generan un estrés crónico con consecuencias potencialmente devastadoras para la salud y el bienestar de los residentes, así como para la calidad de la atención que proporcionan.
Para abordar esta problemática de manera efectiva, es fundamental implementar cambios sistemáticos a nivel institucional y organizacional. En primer lugar, es necesario revisar y ajustar la carga de trabajo de los residentes, asegurando que dispongan de tiempo suficiente para descansar, estudiar y atender a sus pacientes de manera adecuada. La implementación de horarios más flexibles y la reducción de las guardias prolongadas son medidas clave para mejorar su calidad de vida.
Además, resulta esencial fomentar un entorno de aprendizaje más humano y empático, en el que los residentes se sientan apoyados y valorados. Esto incluye promover relaciones interpersonales positivas entre residentes y tutores, así como establecer mecanismos de supervisión y retroalimentación constructiva. La creación de programas de mentoría y tutoría también puede ser de gran utilidad, al proporcionarles orientación y apoyo emocional durante su formación.
Asimismo, es indispensable invertir en programas de bienestar que promuevan la salud mental y física de los residentes. Esto incluye garantizar el acceso a servicios de salud mental y fomentar hábitos de vida saludables. Al priorizar el cuidado de la salud de los residentes, las instituciones no solo están invirtiendo en el futuro de la medicina, sino también asegurando una atención de mayor calidad para los pacientes.
Finalmente, es crucial fomentar la investigación sobre el estrés en la residencia médica para desarrollar intervenciones más efectivas y personalizadas. La recopilación de datos acerca de las experiencias de los residentes y la identificación de los factores de riesgo más relevantes permitirá diseñar programas de intervención específicos y adaptados a las necesidades de cada individuo.
En síntesis, transformar la residencia médica en un entorno más saludable y sostenible requiere un esfuerzo conjunto entre las instituciones educativas, los hospitales, las sociedades médicas y los propios residentes. Al implementar cambios estructurales, promover el bienestar y fomentar la investigación, se puede garantizar que los futuros médicos estén mejor preparados para enfrentar los desafíos de su profesión y ofrecer una atención de calidad y segura a sus pacientes.
Referencias
[1] Hassan, N.M., Abu-Elenin, M.M., Elsallamy, R.M. et al. Job stress among resident physicians in Tanta University Hospitals, Egypt. Environ Sci Pollut Res 27, 37557–37564 (2020). https://doi.org/10.1007/s11356-020-08271-9
[2] Maswadi N, Khader YS, Abu Slaih A. Perceived Stress Among Resident Doctors in Jordanian Teaching Hospitals: Cross-Sectional Study. JMIR Public Health Surveill. 2019 Oct 2;5(4):e14238. doi: 10.2196/14238
[3] Roberto Carlos Miranda-Ackerman, Francisco José Barbosa-Camacho, María José Sander-Möller, Arturo David Buenrostro-Jiménez, Roberto Mares-País, Ana Olivia Cortes-Flores, Gilberto Morgan-Villela, Carlos José Zuloaga-Fernández del Valle, Manuel SolanoGenesta, Clotilde Fuentes-Orozco, Guillermo Alonso Cervantes-Cardona, Gabino CervantesGuevara & Alejandro González-Ojeda (2019) Burnout syndrome prevalence during internship in public and private hospitals: a survey study in Mexico, Medical Education Online, 24:1, 1593785, DOI: 10.1080/10872981.2019.1593785
[4] Solms L, van Vianen AEM, Theeboom T, et al. Keep the fire burning: a survey study on the role of personal resources for work engagement and burnout in medical residents and specialists in the Netherlands. BMJ Open 2019;9:e031053. doi:10.1136/ bmjopen-2019-031053
[5] NOM-EM-001-SSA3-2022, Educación en salud. Para la organización y funcionamiento de residencias médicas en establecimientos para la atención médica. Diario Oficial de la Federación. 17 de junio de 2022. Disponible en: https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5655486&fecha=17/06/2022#gsc.tab=0
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