Pequeñas diferencias, grandes efectos: el poder de las variantes genéticas

Pequeñas diferencias, grandes efectos: el poder de las variantes genéticas

Autores

María Fernanda Ferro-Abella

Instituto de Investigación en Ciencias Biomédicas, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara.

Edith Oregon-Romero 

Instituto de Investigación en Ciencias Biomédicas, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara.

Christian Johana Baños-Hernández

Instituto de Investigación en Ciencias Biomédicas, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara.

Contacto:  [email protected]


Las variaciones en el ADN humano son como pequeños cambios en el guion de una obra compleja. A primera vista, pueden parecer insignificantes, pero en realidad pueden alterar drásticamente el resultado. En términos biológicos, estas pequeñas diferencias en la secuencia del ADN se conocen como variantes genéticas. Estas variantes son pilares fundamentales para comprender la diversidad biológica, la evolución y, en el caso de los humanos, las distintas formas en que nuestro cuerpo responde a enfermedades y tratamientos médicos. En un mundo donde el estudio de la genética avanza a pasos agigantados, es esencial entender qué son estas variantes, cómo surgen y qué efectos tienen en nuestra salud y en la evolución de las especies.

¿Qué son las variantes genéticas?

Las variantes genéticas son alteraciones en la secuencia del ADN. Para comprenderlas mejor, primero es importante recordar que el ADN es una molécula formada por cuatro bases nitrogenadas: adenina (A), citosina (C), guanina (G) y timina (T). Estas bases se organizan en largas cadenas que se enrollan para formar una doble hélice, la cual contiene la información genética esencial para el desarrollo y mantenimiento de todos los seres vivos (1). En los seres humanos, el genoma contiene aproximadamente 3,000 millones de pares de bases, distribuidos en 23 pares de cromosomas. Aunque más del 99% de este genoma es idéntico entre individuos, es en menos del 1% donde se encuentran las diferencias que nos hacen únicos.

Las variantes genéticas pueden surgir de diferentes formas: desde un simple cambio en una letra de la secuencia del ADN hasta alteraciones más grandes, como la duplicación o eliminación de segmentos enteros de un gen. Muchas de estas variaciones no tienen un impacto significativo, pero algunas pueden alterar drásticamente la función de una proteína. En los mejores casos, pueden otorgar ventajas, como resistencia a ciertas enfermedades; en los peores, pueden aumentar la susceptibilidad a desarrollar trastornos o patologías (2).

Tipos de variantes genéticas y su impacto

Existen varios tipos de variantes genéticas, cada una con características y efectos distintos. Entre las más comunes se encuentran los SNPs (polimorfismos de nucleótido único), que se producen cuando un solo nucleótido de la secuencia del ADN es reemplazado por otro. Por ejemplo, si en una posición determinada del ADN suele haber una «A», una persona podría tener en su lugar una «G».

Aunque muchos de estos SNPs no afectan directamente la función de los genes, algunos pueden modificar la manera en que una proteína se pliega o ensambla, lo que a su vez podría influir en el desarrollo de ciertas enfermedades o en la respuesta del cuerpo a determinados medicamentos. Un ejemplo claro de esto es cómo ciertos SNPs pueden hacer que algunas personas metabolicen los fármacos más rápido o más lento que otras (3).

Variantes genéticas y respuesta a medicamentos

La genética no solo influye en el riesgo de enfermedades, sino también en la manera en que respondemos a los medicamentos. Un ejemplo de esto se encuentra en el gen CYP2D6, responsable de metabolizar la codeína, un fármaco opiáceo utilizado para el tratamiento del dolor. Este gen transforma la codeína en morfina, su forma activa, que es la encargada de aliviar el dolor. Sin embargo, algunas personas poseen variantes genéticas que aceleran este proceso, convirtiendo la codeína en morfina de manera muy rápida, lo que incrementa el riesgo de efectos secundarios graves, como la sobredosis (4).

Cuando las variantes genéticas son perjudiciales

Aunque muchas variantes génicas no causan problemas graves y algunas incluso pueden conferir ventajas adaptativas, otras pueden tener efectos perjudiciales, especialmente cuando afectan genes fundamentales para el funcionamiento normal del organismo. En el ámbito médico, el estudio de estas variantes es esencial para comprender las bases genéticas de numerosas enfermedades (3).

Ejemplos de variantes genéticas en enfermedades

Un ejemplo clásico de los efectos de una variante genética es la anemia falciforme, una enfermedad hereditaria causada por una mutación en el gen HBB (Hemoglobina Subunidad Beta, por sus siglas en inglés), el cual codifica la hemoglobina, una proteína crucial para el transporte de oxígeno en la sangre. En las personas con anemia falciforme, un solo nucleótido de la secuencia del ADN está alterado: la base adenina (A) se reemplaza por timina (T). Este pequeño cambio provoca una sustitución de aminoácidos, transformando el ácido glutámico en valina, lo que da lugar a una forma mutada de la hemoglobina, conocida como hemoglobina S. Como consecuencia, los glóbulos rojos cambian su forma redondeada normal y adquieren una característica forma de media luna, lo que dificulta su paso a través de los vasos sanguíneos y los hace más propensos a romperse. Esto provoca dolor intenso y otros síntomas graves. Sin embargo, esta variante se ha mantenido en la población a través de la selección natural debido a su relación con la malaria: las personas que son portadoras del gen falciforme tienen menos probabilidades de desarrollar complicaciones graves por esta enfermedad (5).

Otro ejemplo clave de variantes genéticas se encuentra en el gen HLA (Human Leukocyte Antigen, por sus siglas en inglés), el cual codifica proteínas esenciales para la presentación de antígenos. Este proceso es fundamental para que el sistema inmunológico identifique a los invasores y sepa cómo combatirlos, permitiendo que el cuerpo se mantenga sano. Estas proteínas desempeñan un papel crucial en el reconocimiento de patógenos, término que engloba cualquier microbio capaz de causar enfermedades, incluidos virus, bacterias, hongos y parásitos. Variantes en el gen HLA se han asociado significativamente con la predisposición a desarrollar artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune crónica que afecta principalmente las articulaciones, provocando inflamación, dolor y daño articular. Estas variantes parecen predisponer al sistema inmunológico a identificar erróneamente ciertas proteínas como dañinas. En personas con artritis reumatoide, este mal reconocimiento puede desencadenar una respuesta inmune inapropiada, en la que el cuerpo ataca sus propios tejidos (6).

Variantes genéticas y evolución humana

Además de su impacto en la salud humana, las variantes génicas también desempeñan un papel fundamental en el proceso evolutivo. La diversidad genética dentro de una población permite que los organismos se adapten a cambios en el entorno (3). Desde el punto de vista de la selección natural, las variantes que otorgan una ventaja reproductiva o de supervivencia tienden a ser seleccionadas y transmitidas a las generaciones futuras. Un ejemplo de esto es una variante génica presente en el gen ACTN3, el cual codifica una proteína llamada alfa-actina 3, ubicada en las fibras musculares de contracción rápida. Estas fibras son esenciales para movimientos explosivos, como los realizados en el sprint, una modalidad del atletismo en la que los corredores recorren distancias cortas a la máxima velocidad posible.

Esta variante genética puede conferir un mayor rendimiento físico en deportistas de alto nivel (7). Un caso emblemático es el de Usain Bolt, reconocido como el velocista más exitoso de todos los tiempos y el hombre más rápido del mundo. Se ha sugerido que Bolt posee una variante funcional del gen ACTN3, la cual le otorga mayor fuerza muscular y una rápida activación de los músculos, factores clave en sus explosivas salidas en carreras de 100 y 200 metros. No obstante, es fundamental señalar que el extraordinario rendimiento de Bolt no se debe exclusivamente a su genética. Su éxito también está profundamente ligado a su riguroso entrenamiento, disciplina y dedicación, así como al entorno cultural de Jamaica, un país con una rica tradición en atletismo.

Aplicaciones futuras y medicina personalizada

Desde las enfermedades hereditarias hasta la respuesta a medicamentos, las diferencias en el ADN entre individuos tienen un impacto profundo en la forma en que vivimos y nos desarrollamos. Con el avance de las tecnologías genéticas, estamos descubriendo cada vez más sobre estas variantes y su papel en la biología humana. Uno de los mayores avances en este campo ha sido la secuenciación del genoma completo, un proceso que permitió el estudio detallado de todo el ADN humano para determinar la secuencia de cada una de sus bases. Esta información no solo nos ayuda a comprender mejor nuestra propia evolución, sino que también está allanando el camino hacia la medicina personalizada, donde los tratamientos se adaptan al perfil genético único de cada persona, mejorando así su eficacia y reduciendo los efectos secundarios. Entender las variantes génicas es, sin duda, una de las claves para el futuro de la ciencia y la medicina.

Referencias

[1] Krebs JE, Goldstein ES, Kilpatrick ST. Lewin’s genes XII. Burlington, MA: Jones & Bartlett Learning; 2018. 837 p. 

[2] Amaral P, Carbonell-Sala S, De La Vega FM, Faial T, Frankish A, Gingeras T, et al. The status of the human gene catalogue. Nature. 5 de octubre de 2023;622(7981):41-7. 

[3] Kamatani Y, Nakamura Y. Genetic variations in medical research in the past, at present and in the future. Proc Jpn Acad, Ser B. 11 de junio de 2021;97(6):324-35. 

[4] Taylor C, Crosby I, Yip V, Maguire P, Pirmohamed M, Turner RM. A Review of the Important Role of CYP2D6 in Pharmacogenomics. Genes. 30 de octubre de 2020;11(11):1295. 

[5] Elendu C, Amaechi DC, Alakwe-Ojimba CE, Elendu TC, Elendu RC, Ayabazu CP, et al. Understanding Sickle cell disease: Causes, symptoms, and treatment options. Medicine. 22 de septiembre de 2023;102(38):e35237. 2024;115(4):374–86. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/j.ad.2023.10.015

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