Autores
Alejandro Barrón Balderas
Hospital Civil de Guadalajara, “Dr. Juan I. Menchaca”, Jalisco, México.
Departamento de Clínicas de la Reproducción Humana, Crecimiento y Desarrollo Infantil,Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Universidad de Guadalajara, Jalisco, México.
Contacto: [email protected]
Mireya Robledo Aceves
Hospital Civil de Guadalajara, “Dr. Juan I. Menchaca”, Jalisco, México.
José Farsad Cárdenas Jiménez
Licenciatura en Médico Cirujano y Partero, Centro universitario del Sur (CUSur) Universidad de Guadalajara, Jalisco, México.
En el corazón de Uruapan, Michoacán, dentro del Parque Nacional Barranca del Cupatitzio, existe una piedra que despierta la imaginación de quienes la visitan. Rodeada por vegetación exuberante y manantiales cristalinos, esta roca posee una hendidura peculiar que, según la leyenda local, es la huella de la rodilla de un demonio. Se dice que, en tiempos antiguos, un ser maligno bloqueaba el paso del agua subterránea, condenando la región a una sequía interminable. Cansados de la desesperanza, los pobladores pidieron ayuda a religiosos que, con agua bendita, realizaron un exorcismo. Al ser tocado por el agua sagrada, el demonio huyó y, al tropezar con una roca, dejó allí la marca de su rodilla. En ese mismo instante, el agua comenzó a brotar, dando vida a lo que hoy es un paraíso natural.
Hoy en día, ese sitio es conocido como «La Rodilla del Diablo» y es uno de los puntos más visitados del parque. Pero alrededor de esta roca no solo crece la leyenda, sino también una flor igual de enigmática: el toloache.

Figura 1. A la izquierda, representación artística contemporánea de la leyenda de «La Rodilla del Diablo», en donde el autor destaca la presencia de diversas especies de solanáceas en el entorno mitológico, localizada a la entrada del Parque Nacional Barranca del Cupatitzio (Uruapan, Michoacán). A la derecha, formación rocosa conocida como «La Rodilla del Diablo». La depresión circular en la superficie (señalada con flecha) corresponde a la marca atribuida por la tradición popular al demonio legendario.
Algunas de las plantas de toloache que crecen en este lugar pertenecen a los géneros Datura y Brugmansia, ambos de la familia de las solanáceas. En Uruapan, las especies más comunes son:
• Datura aurea (toloache amarillo), cuyas flores son blancas con tonalidades amarillas.
• Brugmansia sanguinea (toloache rojo o rosado), con flores en tonos intensos de rosa y rojo.
• Datura inoxia (toloache blanco, trompeta del diablo, yerba del diablo), con flores en tonos blancos, hojas vellosas y un aroma penetrante.
Estas flores, aunque visualmente atractivas, contienen potentes alcaloides como la escopolamina, atropina e hiosciamina. Estas sustancias actúan sobre el sistema nervioso central, alterando la percepción de la realidad. Las personas que han consumido extractos o infusiones de estas plantas reportan alucinaciones vívidas, delirios y, en algunos casos, experiencias aterradoras, como ver demonios, volar o sentir que están siendo perseguidas por entidades oscuras.
A diferencia de otras sustancias psicodélicas como el LSD, que suelen producir visiones coloridas o distorsiones sensoriales, el toloache genera una pérdida profunda de la conexión con la realidad. Los efectos pueden incluir amnesia, confusión extrema, desorientación temporal y espacial, y una sensación realista de haber abandonado el cuerpo (experiencias extracorpóreas) (1, 2).

Figura 2. Imagen de especies de solanáceas alucinógenas «flor de toloache» presentes en el parque: A la izquierda, Datura aurea (toloache amarillo, con sus características flores blancas-amarillentas en forma de trompeta) y a la derecha, Brugmansiasanguinea (toloache rojo o rosado). Ambas contienen escopolamina, hiosciamina y atropina en concentraciones variables.
De demonios reales a explicaciones científicas
Lo que antes se interpretaba como posesión, visiones infernales o brujería, hoy puede explicarse desde la neurociencia. Los alcaloides del toloache (escopolamina, hiosciamina y atropina) bloquean los receptores muscarínicos de acetilcolina en el cerebro, responsables de funciones como la memoria, la orientación y la percepción sensorial. Este bloqueo causa una «desorganización mental» tan intensa que la persona ya no puede distinguir entre realidad y alucinación, altera la percepción del tiempo, el espacio y la identidad, y provoca alucinaciones visuales, auditivas y táctiles que inducen visiones aterradoras (apariciones infernales, persecución por entidades malignas, sensación de levitación), causando amnesia, delirios, confusión intensa, euforia o terror (3, 4).
Así, el mito de la Rodilla del Diablo encuentra eco en la ciencia: las mismas aguas que brotaron tras la huida del demonio nutren hoy a las flores que, si se consumen, pueden hacernos ver demonios.
El Parque Nacional Barranca del Cupatitzio no solo es un santuario ecológico, sino también un espacio donde se cruzan la espiritualidad indígena, las creencias populares y el conocimiento moderno. Visitar «La Rodilla del Diablo» es encontrarse con un pedazo de historia viva, donde la imaginación se mezcla con la botánica, y la leyenda se explica desde la farmacología.
Este lugar nos recuerda que muchas veces, lo que en el pasado se llamó magia, hoy tiene una explicación científica. Pero también nos enseña que la ciencia no le quita el encanto a las historias: lo enriquece. Porque entender el efecto del toloache no anula el mito del demonio, sino que lo transforma en una metáfora poderosa sobre los misterios de la mente y la naturaleza.
Referencias
[1] Rangel-Gómez M, Barrientos R. Cognitive and perceptual effects of tropane alkaloids: a review of Datura and Brugmansia intoxications. J Psychoactive Drugs. 2021;53(1):75-84.
[2] López-Arteaga M, González-Padilla D. Scopolamine-induced psychosis and delirium: a pharmacological perspective. Neuropharmacol Rep. 2022;4(2):112-9.
[3] Vega-López D, Morales-Fuentes J. Intoxicaciones por plantas en México: revisión clínica y toxicológica. Rev Mex Toxicol. 2023;39(2):58-67.
[4] Montiel-Figueroa R, García-Ávila M. Uso tradicional y riesgos de las plantas visionarias mexicanas: enfoque etnobotánico y clínico. Bol Latinoam Caribe PlantMed Aromát. 2020;19(6):518-27
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