Autores
César David Argaez Reyes
Estudiante de Pregrado, Licenciatura en Psicología, Facultad de Psicología, Universidad Autónoma de Yucatán.
Verónica María Teresa Martín Buerba
Estudiante de Pregrado, Licenciatura en Psicología, Facultad de Psicología, Universidad Autónoma de Yucatán.
Lizzette Gómez-de-Regil
Doctora en Psicología Clínica Servicios de Salud, IMSS-BIENESTAR, Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán
Contacto: [email protected]
Cada 28 de abril, desde 2003, se conmemora internacionalmente el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, promovido por las Naciones Unidas a través de la Organización Internacional del Trabajo. Hoy, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que la salud es más que la mera ausencia de enfermedad; es el estado de completo bienestar físico, mental y social. Sin salud mental, no hay salud. La salud mental, como otros aspectos de la salud, puede verse afectada por una serie de factores socioeconómicos (descritos más adelante), que deben abordarse mediante estrategias integrales de promoción, prevención, tratamiento y recuperación, involucrando a todo el gobierno (1).
En los servicios públicos de salud, esta realidad se vuelve aún más crítica. El personal de salud enfrenta diariamente altos niveles de estrés, exposición a situaciones traumáticas y una carga laboral intensa. Paradójicamente, quienes están a cargo del bienestar de otros son, a su vez, trabajadores que pueden sufrir problemas de salud mental como ansiedad, depresión y desgaste profesional (5). Por ejemplo, durante la pandemia de COVID-19, este problema se intensificó, y quedó claro que los trabajadores de la salud no solo son prestadores de servicios, sino también usuarios que requieren atención y apoyo psicológico (3).
Riesgos psicosociales
Los riesgos para la salud mental en el trabajo, también denominados riesgos psicosociales, pueden estar relacionados con el contenido o el horario del trabajo, las características específicas del lugar de trabajo o las oportunidades de desarrollo profesional, entre otros. Entre los principales factores de riesgo se han identificado:
- Inseguridad laboral.
- Remuneración inadecuada o escasa inversión en el desarrollo profesional.
- Falta de control sobre el diseño o la carga del trabajo.
- Cargas o ritmo de trabajo excesivos.
- Escasez de personal.
Estos factores son comunes en instituciones de salud pública.
Uno de los principales desafíos actuales es garantizar condiciones laborales que favorezcan la salud mental. La OMS subraya la importancia de gestionar los riesgos psicosociales en el entorno laboral, ya que estos influyen significativamente en el bienestar emocional de los trabajadores. Para ello, es fundamental que los empleadores adopten medidas institucionales que mejoren las condiciones laborales y promuevan espacios de trabajo seguros y saludables (1).
Entre las estrategias clave se incluyen:
- Capacitación de administradores y líderes en temas de salud mental, para reconocer señales de alerta y manejar situaciones críticas.
- Fortalecimiento de las capacidades de los trabajadores para afrontar el estrés y desarrollar resiliencia.
- Acciones dirigidas a personas en mayor riesgo o con dificultades existentes (1).
La OMS también propone medidas para facilitar la integración y permanencia de personas con trastornos mentales en el ámbito laboral, como:
- Adaptación de entornos mediante ajustes razonables (flexibilización de horarios, modificación de funciones).
- Programas de reincorporación laboral para quienes han estado ausentes por problemas de salud mental.
- Iniciativas de empleo con apoyo, para acompañamiento continuo (1).
Programas y Recursos
En México, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social publicó en 2018 la NOM-035-STPS-2018, que se centra en los «Factores de riesgo psicosocial en el trabajo – Identificación, análisis y prevención». Su objetivo es que las empresas identifiquen, analicen y actúen ante situaciones de violencia laboral o riesgos psicosociales, obligando a los empleadores a aplicar exámenes médicos y evaluaciones psicológicas (2).
Por su parte, los Servicios de Salud del IMSS-BIENESTAR priorizan para el período 2023-2030 el «fortalecimiento de la salud mental y prevención de adicciones». Esto incluye intervenciones para proteger la salud mental del personal de salud y evitar el consumo de sustancias (4). Como línea de investigación, se propone evaluar la efectividad del programa de detección de trastornos mentales y adicciones en el personal de salud, y su impacto en la calidad de vida y el desempeño laboral en los tres niveles de atención (5).
El bienestar mental del personal de salud no solo impacta su calidad de vida, sino también la atención que brindan a sus pacientes. La detección y atención oportuna de su salud mental es una necesidad, no un lujo, en la búsqueda de un sistema de salud más humano y eficiente.
Conclusiones
Cada 28 de abril se nos invita a reflexionar sobre la promoción y regulación de ambientes laborales seguros, saludables y dignos. Tradicionalmente, esta visión ha priorizado la prevención de accidentes y enfermedades físicas, pero cada vez es más evidente que la salud mental también es clave para el desarrollo individual e institucional. El bienestar psicológico en el trabajo impacta tanto en la calidad de vida del empleado como en la productividad y sostenibilidad de las organizaciones.
Los riesgos psicosociales son un problema latente en nuestra sociedad. En el marco del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, es importante recordar que existen organismos dedicados a brindar recursos y estrategias para la prevención y detección de estos factores. El personal de salud está expuesto a múltiples riesgos, por lo que es indispensable prevenir y atender sus necesidades para beneficio de todos.
Reconocer la salud mental como un pilar fundamental dentro de la seguridad y salud en el trabajo es esencial para generar espacios laborales más saludables y sostenibles. Dado que la salud mental del personal de salud es clave para garantizar un sistema de atención eficiente, su detección y atención oportuna pueden mejorar su bienestar y rendimiento.
Referencias
[1] Organización Mundial de la Salud. La salud mental en el trabajo [Internet]. Ginebra: OMS; 2024 [citado 26 Feb 2025]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-at-work
[2] Secretaría del Trabajo y Previsión Social (México). NORMA Oficial Mexicana NOM-035-STPS-2018, Factores de riesgo psicosocial en el trabajo-Identificación, análisis y prevención [Internet]. Diario Oficial de la Federación; 23 Oct 2018 [citado 26 Feb 2025]. Disponible en: https://www.gob.mx/stps/articulos/norma-oficial-mexicana-nom-035-stps-2018-factores-de-riesgo-psicosocial-en-el-trabajo-identificacion-analisis-y-prevencion
[3] Hennington ÉA. 28 de abril, Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo: ¿qué aprender del COVID-19? Laboreal [Internet]. 2021 [citado 26 May 2021];17(1). Disponible en: https://journals.openedition.org/laboreal/17668
[4] IMSS-BIENESTAR. Guía Técnica de Prioridades en Salud 2023-2030 de los Servicios de Salud del IMSS-BIENESTAR. Ciudad de México: IMSS-BIENESTAR; 2023. [Internet]. 2024 [citado 3 Mar 2025]. Disponible en: https://es.scribd.com/document/749706741/GUIA-TECNICA-PRIORIDADES-EN-SALUD-IMSS-BIENESTAR-2023-2030
[5] IMSS-BIENESTAR. Líneas de investigación estratégicas en salud IMSS-BIENESTAR 2024-2030 [Internet]. 2024 [citado 3 Mar 2025]. Disponible en: https://imssbienestar.gob.mx/assets/docs/coord_educacion/4VF_LIN_INV_ESTRAT_SALUD_IB_110924.pdf
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