Autores
Verónica Zaga-Clavellina
Departamento de Inmunobioquímica, Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes.
Contacto: [email protected]
Andrea Olmos-Ortiz
Departamento de Inmunobioquímica, Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes.
Lorenza Díaz Nieto
Departamento de Biología de la Reproducción, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
El deseo de toda madre es tener un embarazo sin problemas y que el bebé nazca sano. Sin embargo, para muchas de ellas, ese deseo se ve truncado por el nacimiento prematuro del bebé. Esto significa que el bebé nace antes de la semana 37 de gestación, iniciando un camino lleno de retos tanto para el recién nacido como para su madre y familia.
Un embarazo normal debe durar entre 37 y 42 semanas. Entre menos semanas de gestación tenga el bebé al nacer, más pequeño será, sus órganos estarán menos desarrollados y la posibilidad de complicaciones serias aumentará.
Que los bebés nazcan antes del tiempo normal es un problema de salud pública. Uno de cada diez bebés nace bajo estas condiciones; a nivel mundial, esto significa que cada año nacen 15 millones de bebés prematuros, lo que equivale a un bebé cada 2 segundos. Además, se sabe que la prematurez es la primera causa de muerte en los primeros cinco años de vida y está relacionada con problemas serios de salud en el desarrollo físico y neurológico. En México, donde cada año nacen doscientos mil niños prematuros, su atención y cuidado representa un enorme reto para la madre, la sociedad y las instituciones de salud [1].
Existe información que sugiere que los niños prematuros, a largo plazo, corren mayor riesgo de desarrollar de manera temprana distintos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, enfermedad renal crónica y retrasos en el neurodesarrollo.
El parto pretérmino es un problema de salud muy complejo. Puede ser completamente espontáneo y sin una causa aparente o estar relacionado con factores como un historial previo de parto pretérmino; es decir, si la madre ha tenido un bebé prematuro en un embarazo anterior, el riesgo aumenta en su siguiente embarazo.
También es muy importante la edad materna, ya que tienen mayor riesgo las mujeres menores de 18 y mayores de 40 años. Una mala alimentación y enfermedades como la hipertensión, la diabetes, el sobrepeso y la obesidad pueden incrementar el riesgo de que un bebé nazca prematuro y de que tenga problemas de salud durante la infancia y en la edad adulta (Figura 1).

Los aspectos sociales son también muy relevantes. Se sabe que hay mayor riesgo de nacimiento prematuro si la madre está sometida a pobreza económica, violencia de cualquier tipo y estrés en el hogar y/o en el trabajo [2].
Otros factores que pueden complicar el desarrollo del embarazo incluyen la exposición a diferentes contaminantes en el aire, el agua y el suelo, el consumo de alcohol y drogas, y la falta de servicios médicos adecuados que controlen y vigilen la salud de la madre y el bebé durante y después del embarazo (Figura 1).
¿Por qué la infección es tan grave durante el embarazo?
De todas las causas estudiadas que pueden provocar un nacimiento prematuro, la infección es la más frecuente y grave. Se sabe que cuatro de cada diez bebés nacen prematuramente debido a una infección en la madre.
Las infecciones vaginales, aunque relativamente frecuentes, pueden ser muy serias durante el embarazo. Si no se tratan, pueden complicarse y permitir que las bacterias presentes en la vagina asciendan hasta la matriz, infectando la placenta y la bolsa que rodea y protege al bebé. Cuando esto sucede, las bacterias pueden infectar al bebé, provocando daños graves en sus órganos (Figura 1).
Además, la presencia de bacterias alrededor del bebé hace que la placenta y la bolsa amniótica se inflamen, debilitándose y dejando de funcionar adecuadamente. Esta situación es interpretada tanto por la madre como por su bebé como una señal de peligro, lo que desencadena el trabajo de parto, sin importar si los órganos del bebé están listos [3].
A pesar de este escenario, un buen control prenatal por parte del médico especialista, junto con medidas de cuidado integral de la madre, permite detectar factores de riesgo de manera oportuna y disminuir así el riesgo de parto pretérmino y sus complicaciones.
Conclusiones
Si bien existen diversas causas que pueden provocar un nacimiento prematuro, toda mujer que planea un embarazo o está embarazada debe saber que mantenerse sana, vivir en un ambiente libre de estrés y violencia, y contar con cuidados médicos adecuados son factores clave para disminuir el riesgo de complicaciones durante el embarazo.
Referencias
[1] Romero R, Dey SK, Fisher SJ. Preterm labor: One syndrome, many causes. Science (1979). 2014 Aug 15;345(6198):760–5.
[2] Lišková K, Jarska N, Gagyiova A, Aguilar López-Barajas JL, Rábová ŠC. Work, marriage and premature birth: the sociomedicalisation of pregnancy in state socialist East-Central Europe – ERRATUM. Med Hist. 2024 Jan 15;68(1):109–109.
[3] Gomez-Lopez N, Galaz J, Miller D, Farias-Jofre M, Liu Z, Arenas-Hernandez M, et al. The immunobiology of preterm labor and birth: intra-amniotic inflammation or breakdown of maternal–fetal homeostasis. Reproduction. 2022 Aug 1;164(2):R11–45.
Deja una respuesta